domingo, 1 de junio de 2008

POR BELGICA II: Brujas


BRUJAS

Aunque estuvimos valorando si dedicarle únicamente medio día, finalmente estuvimos todo el viernes. Echando la vista atrás podemos decir, con seguridad, que la decisión no pudo ser más acertada. Por algo Brujas está declarada por la Unesco como ciudad patrimonio de la humanidad ;-).


Sin duda, Brujas es una ciudad para verla con tranquilidad, sin agobios, disfrutar de las calles, los monumentos, sus gentes... todo lo que suene a prisa, agobio, reloj, stress, no encaja bien en esta preciosa ciudad. La sensación que se tiene, en cuanto nos alejamos un poco del centro, es la de estar en paseando por calles de otro tiempo, estar perdido en una ciudad del medievo, llena de canales y calles misteriosas.


Llegamos en tren desde Bruselas y en menos e 5 minutos andando
ya te encuentras callejeando por la ciudad. Sin duda en un día se ve la ciudad bien. Lo principal, en mi opinión: La Plaza Mayor con su impresionante Campanario gótico de 83 metros de altura. La Plaza de Burg donde encontramos el Ayuntamiento, la Basílica de la Sagrada Sangre  que custodia una bonito relicario, y el antiguo Palacio de Bruge. La Catedral de San Salvador, con su gran torre de más de 100 mt. Por último destacar Nuestra Señora de Brujas, majestuoso templo con una torre, de ladrillo, de 122 mt. Muchas torres, ¿verdad?.  Todo este recorrido se puede hacer perfectamente en 2 horas.


Brujas está rodeada por un canal que a su vez conecta con el mar, uno de los motivos se su antigua prosperidad. Si tenéis el tiempo, y las ganas, de pasear alrededor de este canal  no os arrepentiréis, a mí es una de las cosas que más me gustó. Todo estaba verde, repleto de árboles, arbustos, patos, personas pescando, paseando... se respiraba una paz y un silencio impresionante. 


 Por este mismo camino nos íbamos tropezando con  las diferentes puertas de entrada a la ciudad, algunas verdaderas obras de arte. También tuvimos la oportunidad de ver despacio dos preciosos molinos de viento, aquellos que en Amsterdam sólo pudimos ver desde el autobús. Ya casi de regreso a la estación, y en este mismo paseo nos cruzamos con el romántico Lago del Amor, otra de las señas de identidad de Brujas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero macho....nada de tranquilidad, en ninguno de los días, si a todos lados fuimos "a salto de mata"....XDDD...
Anda que no recordaba yo correr tanto en un viaje como en este...XDD